miércoles, 22 de junio de 2011

LA LLUVIA GRIS

Es de noche, rechinan veletas, ya huele a tormenta. Ya ha comenzado a llover y es curioso, te veo allí plantada en medio de la nada, en un oscuro parque, ahora lúgubre y negro, con los árboles muertos sin hojas y unos banco cerca de ti. Te veo allí bajo la LLUVIA GRIS torrencial te empapa el vestido rojo de Zara, me fijo y esa LLUVIA GRIS son tus lágrimas que cae, rodean el mundo y te empapa, siempre te empapa.


Te veo, mas no me das pena, pero si me entristece verte así porque tu no eres así, así que me acerqué lentamente hasta tu posición, las ramas caídas de los árboles de congoja crujen a mi paso, no consigo oír el canto de los pájaros pues estos están escondidos y tampoco veo las dulces azucenas de tus noches más terribles.
Aún así sé que algunos días de Junio son más lluviosos que los de Abril. Me se de memoria tus ojos, tus manos y tu pelo aunque no los pudiese ver por la LLUVIA GRIS, así que al final llegué por fin hasta donde te hallabas y te susurré al oído.


-La vida es parte, buscar el placer y parte hallar el dolor.


En ese momento me percaté de verdad, que en tu mirada mojada vi que rezabas por ti, y en ese momento te vi llorar un río a cada lado con las nubes negras detrás y yo que podía hacer sino ponerme a llorar también, pero no por ti, si no por mi, porque aunque brille el Sol en lo más alto o me den fuego en cualquier lado, sólo tus ojos me dan luz y calor.
Y te vi llorar, como Juana de Arco a punto de arder en la hoguera o como el santo a punto de perder la fe.


No supe que hacer, así que saqué el paraguas y lo abrí para cubrirnos de la LLUVIA GRIS, vi que te seguías mojando con la cabeza gacha y la mirada a el infinito de la nada, miré hacia arriba y me percaté que la lluvia gris había agujereado el paraguas y seguía cayendo la LLUVIA GRIS, nada de lo que hiciese serviría para cesar ese dolor. Luego me percaté de que el paraguas roto al menos paraba algunas gotas, sonreí de poder hacer algo, no mucho, pero si mi granito de arena. No supe que hacer así que me quede a tu lado sin decirte nada y cogiéndote de la mano, apretabas fuerte, muy fuerte. y así estuvimos toda la noche hasta que musitaste.


-Necesito comprar alcohol.
-Tranquila,cariño, yo te lo compro.-Respondí de inmediato
-Dime algo, lo que sea.
-Que la felicidad te está enseñando que no eres feliz.
-¿Qué pasará si nunca deja de llover?
-Que te traeré un paraguas nuevo, sin rotos.
-Gracias.
-Sé buena y no salgas fea, es mentira que el deseo siempre es verdad...

La LLUVIA GRIS se deshace en recuerdos se desliza una gota, un segundo, un  deseo.

La Lluvia Gris, aunque detestes lo español, nena...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado

Anónimo dijo...

VEGAS...

Las más Vistas, pero no las Mejores