sábado, 16 de marzo de 2013

FUMAR Y AMAR PERJUDICA GRAVEMENTE LA SALUD (Redux)

Me enciendo mi "nosécuanto" cigarrillo de la noche. Fumo mucho, eso me dicen, pero también me dicen que estoy loco y yo les respondo que simplemente veo, aunque últimamente veo nostalgia de ti. Nostalgia cuando recuerdo que yo llegaba a casa y me besabas con tu sonrisa de miel todas las noches, mientras tejías las estrellas y yo me enamoraba de tus defectos.

Ahora, todo pertenece a lo ocurrido, porque ya ha pasado mucho tiempo desde que te fuiste y esas estrellas que antaño tejías, hoy no son más que el jirón de un sueño, pero aún vives en mi cabeza, conmigo y a mi lado. Recordándome que la felicidad, está escondida en seis islas de papel, en las que te decía que dejásemos los besos para los enamorados. No lo hicimos y así estamos, tu eres el recuerdo de un olvido y yo ceniza que dibuja una cruz.Y ahora, ahora no me callo, ahora tengo nuevas cosas que preguntarte: ¿Qué fue de nuestra revolución? ¿Dónde quedaron los guerreros salvajes con armas de barro? Será porque habremos cambiado, quizá a peor: ¿Será porque habremos cambiado? Sinceramente sí.

Si preguntas por qué me he atrevido a escribirte de nuevo, es debido a que el dolor es un ensayo de la Muerte y poco a poco me duelo más, aquí, por debajo de la piel, cerca del ánima y lejos del hueso, provocando que mi cuerpo sea cada vez menos; y que extraña aprieta la incertidumbre de un futuro mejor, donde pueda volver a oler tus palabras; y más extraño aprieta mi deseo, que te intenta decir adiós; y que judas es la esperanza -casi tanto como tú, mi reina-que me ilusiona, soñándome que me puedo olvidar de ti y me estrella despertándome que no es cierto. Ojalá llegue el día que el azul me de cielo y el iris los cambios. Y tú, Leyde, tú no me des ni la sombra de un sueño. Adiós, o eso es lo que intento, preciosa.

Te quiero...lejos, pero te quiero.


sábado, 9 de marzo de 2013

LOS ESCOMBROS DE SU MIRADA (Redux)

¿Dónde estará ella
¿Qué fue de Leyde?
Mi mundo de luz azul
desapareció.

 Delante de mis ojos,
 como ceniza que cabalga
a lomos del viento,
desapareció.

¡Aún late!
 Aún late, en mi demacrado corazón,
 el sueño de un destino
 condenado al olvido.

 El sueño de sus labios. 
Desapareció.

Las más Vistas, pero no las Mejores