viernes, 8 de julio de 2011

EL SUEÑO DE LA RAZÓN PRODUCE MONSTRUOS I

Lo único que rasga ahora mismo el oscuro silencio del aire es mi violenta respiración, el corazón me late con fuerza y siento que puede saltar buscando un sentimiento en cualquier momento, mis huesos están fríos y yo tiritando, aquí hace frío, mucho frío...Este lugar es muy oscuro, apenas puedo ver nada y lo poco que deslumbro a observar es inevitablemente tapado de forma opaca por la niebla, pero esta niebla no es normal, esta niebla es muy densa y nunca desaparece, lo curioso es que yo soy el único que ve esta niebla, ya que es la niebla de mis decisiones, ya que no sé cuales tomar y cuales dejar, esto es a lo que llaman la regla de la Y, o eso creo.
Me duele la pierna derecha por la altura de la rodilla y esto me obliga a cojear por este desolador paraje, mi ropa está sucia y raída, apesta como yo, que ando con el pelo y la barba ya demasiado largos. No muy lejos de mi posición diviso un árbol gris y sin hojas, un árbol muerto. Es lo único que hay por allí, así que mi sentido común me empuja hasta la planta. A duras penas puedo llegar, cada paso cojeando me cuesta un trozo de mi alma, las gotas de sudor resbalan por mi frente y veo que de mi herida brota la sangre roja como mis sentimientos de furia hacia los que quieren suplantarme, aún no he llorado así que esto no puede ser sudor, sangre y lágrimas.


Al fin consigo llegar al árbol. Lo toco y es muy áspero, algunas esquirlas se me clavan en la palma de la mano y en su grisáceo tronco veo una frase que reza "El Árbol de la Noche Ttriste" Si esto es el árbol, ¿Donde me encuentro es en la Noche Triste? Esto parece una pesadilla, y hasta tiene monstruos, me tiene a mí.



Sin tiempo a que mi cerebro haya asimilado tantas cosas me llega el susurro del aire que me llena de vida y me hace sentir cálido, por primera vez sonrío, no recordaba haberlo hecho antes, por un momento me olvido donde estoy y el tiempo se detiene para disfrutar de la sensación que me silba una extraña frase que no entiendo la primera vez que la escucho, pero se vuelve a repetir y presto más atención "Como un sueño prometido, a tu alma es mi voz, soy lo muerto y lo vivido, soy la calma soy tu DIOS" Tras eso sólo atino a escuchar como un susurro que se pierde en el aire "Sígueme..."


Me levanto a duras penas, y al hacerlo siento en la rodilla como si me quemasen lentamente. Aún así me levanto y sigo esa voz, solamente quiero llegar hasta ella, me tropiezo y caigo en ese suelo negro, sin vida alguna...


Me levanto y ahí lo veo, la solución a todo. Otra manera de enfrentarse a el FINAL

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