viernes, 11 de octubre de 2013

LLAMANDO A LA CERTEZA

¿Quién soy? ¿Qué eres?

¿Por qué juegas así conmigo, mi querida Leyde? Tengo muchas preguntas que hacerte, quizá demasiadas. Sé que demasiadas. Y aún no entiendo porque quiero que seas mi certeza cuando tú eres la mayor de mis incertidumbres.
Siempre que no estoy, me sonríes y me extrañas; pero cuando soy yo el que te busca, cuando soy yo el que realmente te necesita, tú no estás aquí; y otra vez vuelvo a quedarme solo.

Bueno, en el fondo, ya me estoy acostumbrando a vivir sin ti y eso me apena, no veas lo que me merma. Y no puedes negarme que no te haya buscado sin cesar -Ya sé que fácil es buscar y más fácil es no encontrar, ya lo sé- pero no me niegues que te he seguido la pista detrás de cada amigo, debajo de cada falda y por supuesto, a mi lado en cada cama; pero que vacío me siento sin ti, aún cuando resido en la calle del Exceso s/n.
A veces llego a pensar que ni siquiera existes, y por lo tanto, yo no podré existir; a veces siento que soy yo el que no existe y entonces no sé por qué sigo aquí esperándote.

¿Qué soy? ¿Quién eres?


2 comentarios:

Träumer dijo...

Aunque no llegues nunca a encontrarlo, sigue buscando debajo de cada falda.
Escoge una dirección y síguela, pero no dudes de tu existencia o te quedarás siempre en el fondo del pozo.

Pupilo de L.C.D.S.

El Héroe de Wilde dijo...

Es lo que sigo haciendo, compañero. Gracias, por comentar.

Las más Vistas, pero no las Mejores