miércoles, 14 de septiembre de 2011

MISIVA A LA FEROCIDAD

14/IX/2011
Esperanza mía.


No puedo dormir porque sueño que has vuelto al fin, tras tanto tiempo sin verte, tras ese largo camino recorrido sin ti por fin te he reencontrado entre las sabanas de mi edredón.  Perdón, entre los laureles del deber de mi trabajo. Aún recuerdo emocionado y lleno de nostalgia aquel día en que entre besos de amargura me tuve que despedir de ti recorriendo el paseo de los tristes. Estos años viviendo la ausencia de ti he podido afirmar que son los segundos peores años de mi vida (ya sabes cuales son los primeros, Dios no quiera repetirlos)

Me alegro de tenerte a mi lado al fin, no te agradaría en nada verme en mi situación actual, perdí mi mirada de fuego perpetuo del infierno, mi frondosa melena perdió su brillo propio de vida, mis ostentosos colmillos se pudren a caries y se me caen uno a uno. Me he convertido en un león enjaulado. Sinceramente temo de que te eches a llorar sin consuelo al verme entre mis cadenas oxidadas por el tiempo de tu ausencia.

En ese tiempo de tu ausencia vomité mi alma al diablo por encadenarme aún más (la fe es ciega, y ser ciego nunca fue bueno, lo sé...) no obstante debes estar tranquila con mi pacto con Satán, pues tras concretar la fecha de mi muerte con tal horripilante ser, le engañé, le maté y ahora no hay quien me pare.

Quedemos antes de que el frío y el yermo caiga en las lágrimas del corazón de Madrid. Vuelve a llenarme y se mía otra vez, se leal a mi causa y por favor, esta vez no, esta vez no me falles. Sácame de mi encarcelamiento y pregúntame del tiempo, mata a mi carcelero, conviérteme en el viento para callar el silencio y enmudecer el terror, decoraré mis sueños y los cubriré de tus besos, podrán quemar mi cuerpo y condenar mi alma, pero mi espíritu viajará a lomos de la lluvia gracias a ti. Pregúntame si el tiempo a cambiado o si sigue lloviendo, si vienes cambiará el tiempo a soleado solamente anelo escuchar tu voz y que me llegue a mi alma del mismo modo que lo hacen tus caricias. Aunque el tiempo aún sea malo y la vida llueva desgracias mías y ajenas ven a colorear mi panorama de khaos.

Bueno, solamente decirte que quedamos en la calle Guadalquivir nº9 y que se te ha echado demasiado en falta, cariño.

Pd. Ya he roto mis cadenas
El Héroe de Wilde 


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