LA VENGANZA DE GAIA: EL JUICIO DE ZAGAN Y LA REVELACIÓN DE LA VERDADERA LEYDE
Esto me lo contó un castor
En su gran mansión de las rozas llamada “Las Matas” Zagan se ha acostado junto Leyde, su maltratada mujer, pero a eso de la noche oscura y fría Zagan se mueve temblando y sudoroso en su cama con horribles pesadillas. Inundémonos en sus malos sueños y así podemos observar lo que está viendo, él vislumbra el futuro que Gaia le tiene preparado a la humanidad, ve como Madrid arde y entre tanta destrucción y desolación Zagan logra ver a su mujer con una sonrisa diabólica dibujada en su rostro. Pero no parece su mujer, no parece humana, parece una diosa, parece Gaia…
El Castor me dijo:
Castor
Se despertó bañado en sudor
Y un frío interno, le estremeció
Se hizo la luz, y en su cama junto a él...
¡¡Vio a esa mujer!!
Y un frío interno, le estremeció
Se hizo la luz, y en su cama junto a él...
¡¡Vio a esa mujer!!
Cayó al suelo y se echó hacia atrás entre truenos y luces fantasmagóricas. Pues esa diosa que vio en sus sueños estaba a su lado en donde debía estar su mujer.
Fue como aquel beso que no dio
Como ese “Te Quiero” que negó
Llego la hora de echar cuentas y el lloró
Gaia le dijo agallándose hasta él, mirándole con esos ojos azules sólo posibles de que los tuviera un ente sobrenatural, sólo posibles que los tenga Gaia.
Gaia
Tú representaras a todo ese horror
Que enferma y mata el planeta
Al condenarme
Abortaste también tu perdón
Que enferma y mata el planeta
Al condenarme
Abortaste también tu perdón
Yo soy el aire, la brisa y el mar
Y el Amazonas que, herido...
Sangra por vuestra ambición
Yo soy parte de él
Gaia le transportó a su niñez donde se vio plantando árboles y cuidando de un pájaro herido en un ala, con una inocencia que Zagan no llegaba a recordar.
Castor
Toda su vida ante el desfiló
Vio su niñez, no se reconoció
Su inocencia murió por su ambición
¡¡La asesinó!!
Vio su niñez, no se reconoció
Su inocencia murió por su ambición
¡¡La asesinó!!
Mientras Gaia le decía con un ruido ensordecedor…
Gaia
Todo mal que me hagas, a ti te lo harás
Pues la Tierra es tu hogar
Y al igual que amar, también se castigar
La venganza de Gaia tendrás
Pues la Tierra es tu hogar
Y al igual que amar, también se castigar
La venganza de Gaia tendrás
Zagan se levantó y salió corriendo de su habitación para huir de su “esposa”, grandes raíces emergían del suelo intentando agarrarle y hacerle tropezar, enredaderas trepaban por las paredes hasta el techo que se mezclaban con flores violetas que crecían boca abajo en el techo, un búho rompió una ventana delante de Zagan haciendo profundos cortes en su brazo derecho con el que se cubrió para no cortase la cara.
Detrás de él Gaia le sigue alzada entre en grandes y verdes raíces que la desplazan hasta él rápidamente. Zagan quiso bajar por las escaleras, pero al apoyarse en el pasamanos una gigantesca araña le asustó y tropezó cayendo rodando por las escaleras haciéndose un daño enorme hasta una charca al pie de estas que era tan profunda que no tocaba fondo y el agua turbia, triste y sola, dibujaba oscuridad y estaba gélida
Zagan
¿Qué es este mal sueño?
¿Por qué este gesto?
¿Yo que te he hecho,
¿Yo que te he hecho,
para merecerme esto?
Un gran cocodrilo al borde de la laguna se metió en ella y rápidamente en busca de tan suculento manjar. Zagan nadó con todas sus fuerzas hacia la orilla, el cocodrilo iba a una velocidad vertiginosa y él pensaba que no lograría salir a tiempo de escapar de aquellas potentes mandíbulas, logró salir segundos antes de que el enorme animal le capturase con sus potentes fauces. Siguió corriendo por un gran pasillo, se paró a un lado de su cabeza de rinoceronte blanco en peligro de extinción disecado porque oía un ruido extraño como unas pisadas lejanas pero potentes en ese momento la cabeza de rinoceronte se echó hacia adelante y un rinoceronte blanco entero salió de la pared seguido de una manada entera de animales pesados, elefantes, ñus, rinocerontes, hipopótamos…, destrozando el pasillo y obligando a Zagan a correr en dirección a la cocina.
Mientras iba hacia esta, innumerables insectos asquerosos emergían del suelo para subirle por los pies y morderle llenándole de picaduras. Logró escapar de los insectos cuando pisó la cocina. Ahí vio la puerta que daba a su gran parcela y distinguió al guardia de seguridad.
¾ Señor, venga por aquí…agrhhh
No pudo ni terminar la frase cuando la rama de un gran árbol le penetraba por la nuca saliendo por su boca y con temblores, pues le había lesionado el sistema nervioso, y con los ojos inyectados en sangre y sangrando por estos y por la nariz, lo elevó en las alturas y a una distancia de tres pisos le dejo caer para que en ese instante una jauría de lobos sedientos de sangre y carne lo descuartizaban mientras lo devoraban.
<<Es imposible cruzar por aquí>> Pensó Zagan, así que se puso camino al salón <<Quizás pueda salir por la ventana>> Una bandada de murciélagos se le echó encima, pero consiguió llegar hasta el salón.
Cuando entró, la espesura cerró todas las puertas salvo una que es por la que entró Gaia cerrando así la única forma de huida. Gaia descendió rápida pero suavemente de las raíces que la trasportaban y tras esto el salón cobró luminosidad y se convirtió en cuestión de segundos en una sala de juicios.
Castor
Aparecieron en su mansión
Un ciervo anciano y un halcón,
Un bosque quemado y un sauce llorón
Un ciervo anciano y un halcón,
Un bosque quemado y un sauce llorón
Se posicionaron a la izquierda de Zagan mientras que Gaia decía a la vez que aparecían…
Gaia
Esto un juicio y este el tribunal
Que ha de condenar tu usura
El ozono es el fiscal y una ballena el juez.
Que ha de condenar tu usura
El ozono es el fiscal y una ballena el juez.
Un río contaminado en pie
Hace pasar al jurado
Formado por la justicia, el amor
Y algún pez.
El ozono se situó en la mesa de la derecha a Zagan, la ballena enfrente de este y el jurado al fondo a la derecha. Todos rodearon a Zagan y le decían una y otra vez mientras este se tapaba los oídos pues aquellas palabras eran como un martillo golpeando su cabeza. Le resultaba una tortura escuchar eso.
Todos
Todo mal que me hagas, a ti te lo harás
Pues la Tierra es tu hogar
Y al igual que amar, también se castigar
La venganza de Gaia tendrás.
Pues la Tierra es tu hogar
Y al igual que amar, también se castigar
La venganza de Gaia tendrás.
A todo esto su antigua mujer humana le cogió de la mano y le transporta a sus vacaciones en Canadá en la Península del Labrador en una primavera del 2005. Se vio golpeando a una foca de doce días de vida que ni siquiera ha comenzado a comer alimentos sólidos ni ha tomado su primer baño en el mar. Literalmente, no tiene ninguna escapatoria contra los “cazadores”, luego se vio a si mismo despellejando a la foca aun viva y consciente y logró vislumbrar en sus ojos el horror y el dolor de lo que estaba padeciendo le terminó de quitar la piel y con una sonrisa por su trofeo se marchó en su moto de nieve, mientras otra foca se le acerca a el cadáver desangrado de su amor.
A esto Gaia le dice:
Gaia
Busca una foca a su amor y ve
Que lo acaban de asesinar
Ha muerto a golpes de sin razón
Solo querían su piel
Que lo acaban de asesinar
Ha muerto a golpes de sin razón
Solo querían su piel
Y no entiende por qué, si ellos tienen piel
Matan por otra tener
Le intenta despertar, pues va a amanecer
Y han quedado en ver salir el sol
A lo que Zagan empieza a llorar desolado no solo por la foca sino por todo su mal, por su destrucción de los bosques y los animales, por burlarse de Gaia, por todo. Por fin comprende el daño que ha hecho a la naturaleza.
Cuando se quiere dar cuenta de nuevo está en el juicio de su casa y le regala una mirada de miedo a su “esposa” a lo que ella le devuelve con una de odio y con una sentencia.
Gaia
Has de pagar y este tribunal
Te condena a un árbol ser
Y cuando tengas sed, sólo de beber
Lluvia ácida tú tendrás
Te condena a un árbol ser
Y cuando tengas sed, sólo de beber
Lluvia ácida tú tendrás
Zagan se levantó asustado y cada vez se movía más lento y rígidamente, se miró los pies y vio que sus dedos se trasformaban en raíces alargadas que se incrustaban en el suelo, a base de tirar y tirar logró sacar su pie derecho del suelo pero las raíces se alargaron de nuevo y se volvieron a plantar en el suelo del salón.
Ya no puede volver a caminar por las praderas
Vio que sus rodillas se arrugaban y se agrietaban secándose y cambiando de color a un marrón oscuro tirando a negro.
Ya no puede volver a flexionarse para coger flores.
También empezaron a ramificarse sus dedos en ramas negras, retorcidas y sin hojas. Alzó sus brazos por encima de su cabeza y estos se le petrificaron.
Ya no puede volver a abrazar a su amor sincero.
La maldición siguió extendiéndose por su torso y mientras llegaba a la cabeza unas gotas de lluvia ácida le cayeron en la mejilla quemándole. La corteza del árbol entró por su boca, orejas, nariz y ojos. Así completando la cruel y justa metamorfosis.
Ya no puede volver a decir “te quiero”
Ya no puede volver a escuchar el canto de un río.
Ya no puede volver a oler las flores en primavera.
Ya no puede volver a contemplar la belleza de Gaia.
Ahora es parte de Gaia.
Gaia
Y la foca lloró, pues vio que su amor
De nuevo tenía piel
Y el sol se despertó y corrieron a ver
Un nuevo amanecer...
De nuevo tenía piel
Y el sol se despertó y corrieron a ver
Un nuevo amanecer...
Castor
¡¡Y el mar sonrió!!
Cuentan que tras una tormenta ayer
El viento derribó a un árbol que su tronco, de casa sirvió a un castor.
Cuentan que tras una tormenta ayer
El viento derribó a un árbol que su tronco, de casa sirvió a un castor.
Gaia hizo construir una tabla con una inscripción en ella.
EL ÁRBOL DE LA NOCHE TRISTE
Hoy la soberbia hizo violar tu valor
Y la avaricia lamió tu deshonor
Hoy la soberbia hizo violar tu valor
Y la avaricia lamió tu deshonor
Cuanto duele sentir
Que uno está perdido
Que la amargura se folló a tu destino
Quítale la ropa interior al dolor
Desnúdate Cortés y dime ¿qué ves?
¿Dime que ves?
Se excita la venganza al ver la erección
Que te produce la idea de otra invasión
Creíste tener el mundo a tus pies
Y lloras tu derrota lamiéndote
Recuerda lo que aquí un día perdiste
Yo soy el Árbol de la Noche Triste
Sé que tu llanto servirá
Sin ataduras
Para no esclavizar jamás
A la natura
Llora un quetzal y al tiempo
Rugen lo ríos y el viento
A un colibrí ordena ¡Vete a buscar!
3 comentarios:
Puff
Esta me ha puesto la piel de gallina.
¿Un poco fuerte la historia no?
Pero aun así, muy bien hecha y por supuesto muy de tu estilo.
Un beso héroe.
ya ves, pero ten en cuenta que esto es un capítulo de Atlantia y esa historia es triste y de el estilo de este capítulo por cierto espero con ansia que escribas más de los ocho capítulos de las 4 esencias :)
El 9 esta ya casi escrito ;)
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